Una comarca llena de historia en el noreste de Cataluña, más precisamente en la provincia de Girona. Allí, durante años y años, la impregnación histórica ha hecho eco de sucesos como las cruzadas. En aquellos momentos, L’Empordá era sitio de entrada obligada para varios de los guerreros. No es de extrañar que recorrer la zona de una sensación parecida a atravesar un gran museo.
Murallones, abadías, conventos, arte románico a flor de piel, castillos y jardines se erigen entre el verde de la comarca dividida en dos zonas: Alt Empordá al norte y Baix Empordá al sur. Todo con un marco costeño mediterráneo y montañés de los Pirineos.
Solo en Alt Empordá coexisten 125 edificios románicos, tales como el monasterio de Sant Pere de Rodes que data del 878. También puede encontrarse aldeas como Peratallada, la cual bien amurallada por muros de piedra tallada, conserva en su seno una distribución urbana medieval típica con su plaza mayor y pórticos correspondientes. L’Empordá se presenta como un sitio ideal para aquellos que aman rememorar los tiempos medievales, transitar las calles y caminos donde miles de personas lo han hecho a través de centenares de años, cada uno con una historia propia.
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