Pocos lugares en el mundo pueden asegurar ser un reflejo de la cultura británica luego del tiempo colonial. Estados Unidos como tal, ha recibido gran parte de su cultura y la ha mezclado con otras del estilo francés.
Tal es el caso del Estado de Vermont, en el noreste. Un Estado que hace valer su nombre, derivado del francés Mont Vert y que hace referencia a las diferentes tonalidades de verde, color predominante, que puede verse en cada paisaje de dicho lugar. Toda persona alguna vez habrá visto en caricaturas o películas de miedo, aquellos típicos puentes de madera que permitían cruzar fríos y caudalosos ríos. Pues bien, Vermont es el lugar ideal para encontrarlos. 80 puentes de madera techados están dispersos por todo el Estado.
Los bosques de la zona dejan al descubierto su follaje con tintes anaranjados y pasturas amarillentas mezcladas con los colores vivos de las flores y el cielo. Las casas poseen un estilo plenamente británico y las numerosas granjas mantienen el mismo canon.
Un paraíso natural complementado con la mano del hombre que ha sabido colocar detalles para hacer un paisaje idílico.
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